lunes, 30 de diciembre de 2013

GALLINETO: PALMIRENSE ROQUERO DEL ESTE MENDOCINO

 (Reedición de Diario Uno. Autor de la nota: Enrique Pfaab  pfaab.enrique@diariouno.net.ar)

Rocker de la clase trabajadora

 

Gallineto. Personaje querido y respetado en las comarcas de la música, este palmirense que a los 18 se enfermó de rock reparte sus horas entre las canciones y su tarea de celador.
 

Sergio Darío Giménez es un perfecto desconocido. Si se pregunta por él, nadie podrá aportar un solo dato. Ninguna seña. En cambio si la consulta es por un tal Gallineto Giménez la respuesta unánime será: “¡Cómo no lo conocés…!”. Uno y otro son el mismo tipo. Aquel es su nombre... ¿real?, en cambio Gallineto es con el que fue bautizado este tipo que es emblema del rock esteño y mendocino.

“Una vez estábamos jugando al metegol en Palmira y le canté un gol a un tipo. El loco dijo: '¡Mirá, si este hijo de puta parece un gallineto!' Me lo dijo de caliente, nomás. Fue sólo eso… Y fui. No me saqué más el apodo”, cuenta este hombre que anda por los 51.

A los 11 tuvo un bombo, a los 13 tomó algunas clases de guitarra criolla, “pero era mucho folclore y dejé, y a los 18 me enfermé de rock”.

Acepta que “gané algo de guita con la edición de los discos”, pero también cuenta que siempre tuvo que tener un trabajo dentro del sistema. Hace un año es celador en el Instituto de Formación Docente y Técnica 9-001. Antes fue panadero, jardinero, mozo, ayudante de cocina, administrativo, lustrador de muebles y “chofer de gente non sancta.

Hice de todo, loco. Y no agarré algunos laburos de mucha guita porque no iba a poder tocar”, dice sin que se pueda diferenciar qué es absolutamente cierto y que es en tono de broma. “Me faltó ser trapecista, nomás”.

Y agrega: “El de celador es un laburo como cualquiera, pero en un ámbito copado, cerca de casa y conseguido a los 50”.

Para los más jóvenes al Galli se lo asocia con su última banda: Gallineto y Los Trenes. Pero antes formó otras, todas rockeras y con una fuerte repercusión. “Todos lo quieren en San Martín, Rivadavia, Palmira, Mendoza, hasta en Inglaterra tiene un fan. Si hubiera nacido en otro país quizás sería famoso y millonario, pero igual lo querríamos”, dice Marcelo Fortunato, el calvo baterista que saca chapa de haber tocado con él. “En cualquier parte lo saludan y le pagan un trago. Alguna vez lo hicieron con Discépolo a cambio de una canción”, agrega. Y no exagera.

Enlace:  http://www.diariouno.com.ar/mendoza/Rocker-de-la-clase-trabajadora-20131201-0023.HTML

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Una de Gallineto...