sábado, 23 de mayo de 2015

ELISA VAQUER: MUJER RIVADAVIENSE CON ESTILO DE TANGO Y BLUE

(Reproducción nota publicada en Noticias Cuyo)

HISTORIA DE TANGO Y PARRAL
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Algunas noches bajo la parra


El tango viene conmigo desde los 11 años en casa,
una finca en Rivadavia donde había un tocadiscos
y un disco de tango encontrado con voces
de hombres y mujeres, esto conjugaba
con un escenario y micrófono improvisado
por mis hermanas… los juegos de mi niñez
representaban el mundo del tango, las letras
se reconstruían una y otra vez  en mi inocencia 
 en mi voz…

Comienzo a estudiar con Mario Olivares,
guitarrista apodado “El fletacho”, todo un aprendizaje
muy sui generis… bajo los parrales de las fiestas rurales y los ensayos
interminables donde se sumaban, los vecinos, el que pasaba…
eso era Rivadavia y yo enroscaba apenas un nombre entre letras y noches de tango…
la Zurda Vaquer.

Arrabalera, como flor de enredadera


Llegar a Mendoza por mi trabajo como docente fue conocer Las Heras
y allí a Ini Ceverino, la primer y gran profesora de tango.
A los 27 años ya me radico en Mendoza luego de muchas idas y vueltas.


A lo largo del camino puedo nombrar y agradecer  a maestros del Tango
con los cuales he grabado: David Elias, Oscar Funes, Ernesto Calvo,
Pedro Gascón, Edgardo Guerra, Luis Martinetti. Y por supuesto
no puedo olvidar  a Daniela Bajuk  una profesora con la cual tuve la suerte
de seguir creciendo.


Desde hace unos 7 años entre formaciones
clásicas junto Adrian Piña comenzamos
a autogestionar nuestras presentaciones.

Trabajar un estilo, conservar un espacio propio
y continuar en la autogestión es arduo, 
pero tiene su recompensa en el público.

Al tango lo relaciono mucho con el Blues,
simboliza lo visceral, tanto en la poesía
como en lo musical.

Hay tangos que me permiten desarrollar mi estilo más que otros
y eso  es una búsqueda continua: Julio Sosa, el Polaco…
La Tana Rinaldi, ella ha sido y es una referente muy fuerte
desde lo artístico, técnicamente es impecable con su voz.

Y claro Rosanna Falasca…su pérdida me devasto, conocí ahí la pérdida de un artista.
Si puedo reconocer en mí una década serian la de los 30’-40’ es lo que me gusta,
hay tangos de los 20’ que me movilizan como es “De mi Barrio”
cuando lo canta Rosita Quiroga. No puedo dejar de lado a ningún compositor
Cadícamo, Homero Manzi, Aníbal Troilo y claro…Cátulo Castillo.


Te dejo el alma de los techos porque fui eso 
 que habitó el cielo de un gorrión...


Hay tangos que son de uno, cuando escucho lo distingo desde su poesía,
es decir que tenga que ver con el arrabal, la pintura suburbana… conmigo.
Junto con el mensaje hay pasiones y eso en el tango debe y es visceral,
no hay otra manera para mí.

 Cuando uno tiene una elección, en mi caso el tango con su historia social,
el anclaje como lucha y resistencia ante la vida, adhiere
y nombra mi propia historia… Entonces la vibración en  cada letra de lo interpretado
en los tangos establece una conexión única. Hoy veo el camino realizado,
a partir del  vínculo  con mi público, en su respeto y emoción, más firme más claro.
 
Tango sin el cual no hay repertorio:   La ultima curda. Tango que me costó
muchísimo lograrlo, me significa la explosión más pasional que puedo compartir.

 
PARA AGENDAR



El Próximo show de tango tiene que ver con una fusión
de textos y tango.

 Los textos son de  Fabricio Marquez,
escritor amigo del Este.

Los que a denominado Textos Abandonados
y los tangos también tendrán una invitada especial:
Elena Embrioni; Artista y apasionada por el tango.

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